martes, 19 de marzo de 2013

Literatura + enfermedad = enfermedad

Uno de los escritores que conforma el centro de mis lecturas actuales es el chileno Roberto Bolaño, que falleció hace poco, en el 2003, a los cincuenta años de edad. Es considerado como el "último escritor maldito". Como todo adolescente, me llaman la atención estos tipos que tenían vidas extremas, contacto con drogas, alcohol, etc., como es el caso de Bukowski, Carver, Fogwill, etc. La lista sería interminable, más en estos tiempos.
Poesía, cuento, novela, desfilan por la obra de Bolaño. Su obra cumbre es la novela Los detectives salvajes, que tiene alrededor de seiscientas páginas y que todavía no leí, y cuenta la historia de Arturo Belano (suena parecido a Roberto Bolaño) y de sus amigos, poetas que tienen una relación particular con la literatura: toman a la poesía como forma de vida. Como el protagonista de la película El lado oscuro del corazón, que le escribía poemas de amor al que vendía choripanes para que se los recitara a su mujer, y así él poder asegurarse la cena. Estos detectives salvajes buscan a una poetiza que no se sabe si existe o no, según me contaron. El libro comienza y termina con la voz de Arturo, pero en el medio aparecen más de 200 voces de distintos personajes que van trazando el hilo. Cada personaje con sus características, su modo de hablar, su evolución a lo largo del tiempo, etc. O sea, Bolaño tenía más de doscientas voces en su cabeza, a la hora de escribir Los detectives salvajes. Para mí era esquizofrénico.
Entre los cuentos que leí de este genio, recomiendo los siguientes: El viaje de Álvaro Rousselot, Dos cuentos católicos, Literatura+enfermedad=enfermedad (una conferencia), Últimos atardeceres en la tierra, Prefiguración de Lalo Cura (la locura! jaja), Putas asesinas, Buba, Fotos (aparece Arturo Belano, de nuevo). Todos estos cuentos y algunos más están reunidos en los volúmenes El gaucho insufrible y Putas asesinas.
Novelas: Estrella distante, La literatura nazi en América Latina, 2666 (póstuma), etc.
En YouTube colgaron un par de entrevistas a Bolaño, y también un documental. Me interesó particularmente una de las primeras, en donde a todas las preguntas o afirmaciones que hizo el entrevistador el tipo le saltaba con un "sí, pero...". La esposa dijo que siempre quería tener la razón, así que todo concuerda. En una el entrevistador le pregunta: ¿Cuál es la novela que se termina, y cuál la que viene en camino? Y esto es lo que responde Bolaño:

"Mira, una novela en donde lo único que la sostiene es el argumento y la forma lineal de contar un argumento... o no lineal, sino simplemente una novela que se sostiene por una forma de contarla, digamos, archiconocida, y no conocida desde este siglo, sino desde el siglo XIX, esa novela ya se acabó. Se va a seguir haciendo, y se va a seguir haciendo durante muchísimos años, pero esa novela ya está acabada, y no porque yo lo diga. Después de Sobre héroes y tumbas, después de La invención de Morel, no se puede escribir una novela así, en donde no hay estructura, en donde no hay juego, en donde no hay cruce de voces. En lo que a mí respecta, creo que la novela que viene tiene que ser una que no repita a los autores del boom, y que no tienda hacia lo fácil."

Bueno, terrible patada en el culo a los escritores best seller, entre otros. Cabe destacar la importancia que tiene esta discriminación que hace Roberto de la novela obsoleta y la nueva novela, la que todavía se está gestando y va a ocupar las hojas de los escritores de la actual y próxima generación. Y a los lectores. Porque también es cuestión de dejar a un lado esa literatura de tapioca, como decía Julio en La reunión, esa novelita que es una historia bonita y ya. Que no pasa de ese límite.


De joven.


La belleza de pensar. (Entrevista).


Roberto Bolaño: El último maldito. (Documental).

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